El cuenco tibetano de 7 metales grabado con la Flor de la Vida es una pieza única que combina arte ancestral y sonido curativo. Fabricado con una aleación de siete metales, este cuenco produce vibraciones ricas y profundas que promueven la relajación y el bienestar. El grabado de la Flor de la Vida no solo añade belleza estética, sino que también simboliza la conexión de toda la vida en el universo, potenciando la intención de sanación y meditación. Su diseño y calidad de sonido lo hacen ideal tanto para prácticas espirituales como para terapias de sonido, ofreciendo una experiencia única de calma y equilibrio interior.