El topacio azul se asocia al 5º y 6º chakra. Suele usarse para la meditación, la visualización y para sintonizar con la propia sabiduría. Tiene las características de las piedras azules, aportando suavidad, equilibrio, comunicación y entendimiento.
La petalita se conoce como una piedra chamánica. Se le atribuye una vibración elevada que ayuda a abrir la conciencia cósmica y espiritual. Es una piedra que favorece la meditación y la purificación. Ayuda a revisar y transmutar las causas de los desórdenes internos y a sanar lazos familiares ancestrales. Activa y energiza todos los centros de energía y proporciona protección y limpieza. Físicamente se dice que la petalita actúa sobre el sistema endocrino.
La selenita simboliza la pureza espiritual. Infunde paz profunda y se recomienda para la meditación. Se considera una piedra para la expansión de la consciencia y para activar los centros de energía superiores, como el chakra de la corona. La selenita ayuda a calmar la mente y favorece la claridad y la lucidez.
La moldavita se considera una piedra de alta vibración que potencia el crecimiento espiritual, la percepción, la sabiduría y la conexión con la madre tierra. Puesta en el entrecejo para meditar ayuda a potenciar la visión y la comunicación interdimensional. Favorece la abertura de los chakras, la limpieza de los bloqueos y la alineación de la energía.
El ojo de gato se considera una piedra de protección y limpieza. Suele usarse en el 6º chakra para potenciar la intuición y para meditar. Favorece la confianza en uno mismo y la serenidad. Se dice que ayuda a sanar desórdenes oculares.
La howlita aporta relajación, ayuda a calmar la mente, a conciliar el sueño y favorece la meditación. Fomenta la paciencia y la buena comunicación. Fortalece los rasgos positivos del carácter. Se dice que la howlita prepara la mente para recibir sabiduría y comprensiones de vidas pasadas. A nivel curativo se dice que equilibra los niveles de calcio en el cuerpo y es especialmente beneficiosa para huesos, dientes y tejidos blandos.
El cuarzo elestial se considera una piedra de energía suave, indicada para meditaciones en las que se quiera conectar con lo profundo de uno mismo y sanar cargas emocionales. Se asocia con las energías angélicas y con la sabiduria universal. Favorece los procesos de purificación, transformación y desapego.
El cuarzo rutilado es una piedra asociada a la vitalidad y a la luz. Simboliza la energía nutridora del sol. Se recomienda en las meditaciones y para limpiar y energizar el aura. Favorece la concentración, el enfoque y la creatividad. Potencia la canalización y la conexión con los guías personales y la sabiduría interior. También es indicada para realizar trabajos personales relacionados con el crecimiento espiritual y la prosperidad.
La crisoprasa se considera una piedra de apertura y enfoque. Fomenta el coraje para conectar con nuestra propia verdad. Suele ser útil para afrontar cambios y desapegos. Potencia la seguridad y la confianza en uno mismo. Estimula la creatividad, la expresión y la comunicación. Es una piedra relajante que suele utilizarse para meditar y para dormir bien.
Los cristales de cuarzo son considerados una síntesis de la vida y un microcosmos del Universo. Cuando el cristal es transparente y translúcido se le considera el mineral de sanación por excelencia. Está relacionado con el 7º chakra pero se puede utilizar en cualquier otro centro para ayudar a potenciar, canalizar o equilibrar la energía.
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